CÁRCEL DE CONCIENCIAS

Detectan a esposas con droga en penales

Martes 27 de marzo/2007
Por Cupertino Ramírez

El director general de Readaptación Social en el Estado, Juan José Pedraza Tovar, reveló que normalmente son las esposas de los internos quienes intentan meter droga a los penales de Querétaro. “Son intentos de los visitantes y, pues la mayor parte de los que han intentado entrar –con drogas- son mujeres, entonces son –mujeres- que ya están en el Centro de Readaptación Social (CERESO) Femenil”, aseguró en entrevista el directivo adscrito a la Secretaría de Gobierno estatal. Durante el último año, informó el funcionario estatal, han detenido a cuatro o cinco mujeres por este delito, quienes pueden ser castigadas hasta con cinco años de prisión.

“Yo creo que estamos hablando de unos tres, cuatro casos de gentes que han ido a parar al CERESO femenil, obviamente, tienen una pena que pagar. “Pobrecitas, las convencen sus parejas, sus esposos, sus amigos las convencen, les dicen que no pasa nada y desgraciadamente sí pasa: echan a perder 10, 5, 6 años de su vida”, externó.
La verdad es una lastima, opinó Juan José Pedraza, porque las mujeres saben que tratar de introducir drogas a cualquier CERESO tiene consecuencias, mismas que son expresadas mediante advertencias, con letreros en las instalaciones.

“¿Y por qué aceptan? ¿Por falta de inteligencia? No, por falta de voluntad. Entonces, -la mujer- no tuvo la fuerza de carácter suficiente para decir “no”, señaló el titular de la dirección general de Readaptación Social en el Estado, responsable de los cuatro penales y el Centro de Observación y Tratamiento de Menores Infractores.
Siempre se encuentra uno con este tipo de personas, agregó Pedraza Tovar, frente a lo cual su trabajo es procurar que no entren.

“Y que cuando entre, pues la persona que lo intentó tenga su castigo merecido”.
De ahí que actualmente se encuentren en los trámites necesarios para adquirir un aparato que detecte metales y drogas, o ‘escaner’. En este aparato invierten cerca de un millón de pesos, declaró el director de los CERESOS.
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Esto es cierto, y si, también muy triste, y no sólo se ha dado el caso de que esposas, amantes o simples amigas de los internos, intenten ingresar con droga al penal estatal. Conocí de un caso donde la misma madre de un recluso, intentó pasarle droga a su vástago, lo cual fue detectado, y la señora recluida en el mismo penal pero en el área de mujeres.
Y lo más triste del caso, es que a los pocos meses el ‘hijito’ salió libre y la madre continuó recluida durante algunos años más y por si no hubiera algo más lamentable, sin que el mismo hijo antes recluido la fuera a visitar siendo que fue parcialmente culpable de la reclusión de su propia madre, pues no hay que restarle la irresponsable acción del intento frustrado de seguir manteniéndolos el vicio a su junior.
Hay que decir que es muy difícil introducir cualquier cosa no permitida a los penales queretanos, a no ser que sea en contubernio con los mismos custodios, pues las revisiones son sumamente severas, desde la entrada –que es un verdadero calvario- ya se encuentra uno fichado también, pues ya tienen a todos los visitantes registrados en una máquina en la cual aparecen todos los datos (incluyendo fotografía) del visitante y del recluso con tan sólo poner la huella dactilar. Posteriormente, pasa uno a la revisión, donde se encuentra con cada celador de lo más mamón, que en ocasiones llegan a verdaderas actitudes de humillar a los visitantes, lo que no saben estos últimos, es que si se quejan son de verdad sancionados estos pinches vigilantes, encerrados por lo menos tres días.
Bueno, si lleva uno alimentos, antes de la revisión pasa a una ventana a dejar la bolsa o recipiente en que los lleva a que los revisen, una eternidad para que reciban las mentadas dádivas; una vez que ya pasó la revisión donde le quitan hasta los cal…cetines para checarlo, se vuelve a formar en otra fila para pasar a otra ventana donde recogerá los alimentos que dejó en revisión en la parte de abajo los cuales encontrará todos partidos y manoseados.
Lo más difícil ha pasado, después de esta peripecia, pasa tres módulos de seguridad para llegar al área de indiciados y dos para el área de sentenciados.
Las instalaciones y el ambiente (dentro de los que cabe) realmente no son tan deprimentes como se aprecia en varias películas sobre todo gringas, donde se forman bandas al interior y se madrean entre sí, eso no sucede al menos en el penal de San José el Alto; hay una capilla muy bonita, un restaurante, no es Josecho’s pero si uno tiene billete pues ya no come la carne de caballo que dan en el reclusorio, hay dos campos de fútbol, una cancha de básquetbol, un gimnasio hecho con botes chileros; una tienda por área, donde venden de todo y una gran variedad de actividades para los reclusos incluyendo olimpiadas deportivas y obras de teatro y que tanto molestan a los brillantes voceadores de noticias cómodas (para el gobierno) y parciales (a favor del gobierno) de Televisa Querétaro.