¿QUERÉTARO SEGURO?

Denuncian agresión en el 'Bar Kahh'

Por Eduardo Casillas

Martes 07 de Septiembre/2010

Un hombre armado amenazó a varias personas que se encontraban en el Bar Kaah, cuyas instalaciones se localizan sobre Ejército Republicano número 2, en el Centro Histórico de Querétaro, lo que provocó denuncias a través de redes sociales como Twitter y Facebook.

El incidente se produjo cerca de las 05:00 horas de este domingo, momento en que los asistentes salían del establecimiento, cuando un hombre que hasta el momento no ha sido identificado, extrajo un arma corta de entre sus ropas para amenazar a las personas.

"Lamentable la capacidad nula en la seguridad de kaah!  Nadie pudo o no quiso hacer nada al respecto!  Un hombre armado atacó, nos atacó, nadie nos apoyó!!! El mejor antro de qro!? No lo creo!!", reveló un mensaje en Facebook, tras una larga cadena de seguidores que también daban a conocer el hecho.

Testigos del acontecimiento explicaron a a.m. que el desconocido salía dl bar y aventó en dos ocasiones botellas de cerveza que terminaron estrellándose en el suelo, sin que lastimara a nadie, cuando se encontraba en el acceso y detrás de la cadena del lugar.

Sin que la seguridad actuara para detenerlo, esta persona lanzó una tercera botella, la cual se quebró cerca de los pies de los agredidos, quienes esperaban afuera del establecimiento que personal de avelet parking trajera su automóvil.

En seguida llegó una camioneta Hummer en color rojo en la cual bajó otro hombre, a quien describen de complexión obesa, e incitó al primer agresor a mostrar 'el fuego'.

El sujeto sacó un arma de fuego que se encontraba debajo de su camisa, sobre la citura, con la que amenazó a los agraviados, quienes corrieron con dirección al Panteón de los Queretanos Ilustres, adonde se refugiaron por algunos minutos para después abordar uno de los automóviles de sus acmopañantes.

Posteriormente los agraviados regresaron por sus vehículos al bar. El agresor ya había desaparecido en la Hummer junto con la otra persona, sin que seguridad privada lo detuviera.

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Esta situación es bastante delicada: el hecho que ya no sea éste el único caso donde se dejan ver armas de fuego no sólo en asaltos sino también en lugares públicos con un mayor número de gente, es sintomático de que hay presencia en el estado de delincuentes de calibre mayor, o que simplemente la impunidad sigue alcanzando a la clase pudiente; es decir, a los yuppies que sin menoscabo y en cada oportunidad, muestran su prepotencia a su máxima expresión como en el caso señalado en la nota, al fin  que saben que no les pasa nada.

Cualquiera de las dos opciones es peligrosa y señal que nos encontramos ante un Estado relajado, o encubridor de un sector que, por su capacidad económica, o por sus relaciones con altos funcionarios de la clase política, saben que les alcanza para sortear éstas, y otras marranadas que pudieran cometer.