EN MI OPINIÓN

A pesar de la penosa estrategia (muy parecida a las utilizadas por el gobierno de Francisco Garrido) implementada por gobierno del estado, de censurar desde los medios de comunicación a los miembros del Instituto Electoral de Querétaro, su regresiva iniciativa de reforma electoral, afortunadamente, ha quedado en el limbo.

Si bien no es el primer revés que recibe el gobierno de Calzada Rovirosa (pues ya antes había sido objeto de discrepancias provenientes de diversos grupos sociales), sí lo es en materia netamente política; me parece que no comprende, o peor aún, no está enterado de la composición de su estructura de gobierno, que a decir de muchos (me incluyo), es bastante pobre, y eso, tal vez de momento no sea perceptible para algunos, pero no tardará mucho tiempo en hacerse visible para todos.

El desempeño de cualquier cargo político representa un desgaste natural, y en el caso de José Calzada Rovirosa (aunque muchos no lo vean así) el desgaste de su administración se está registrando más rápido de lo esperado, debido a las altas expectativas que generó durante su campaña; lo delicado, como arriba se menciona, es que da la impresión de no haberlo notado él mismo.

En principio, su política “social” estrella denominada Soluciones, no ha tenido el impacto que esperaba y esto, porque dicha política la pusieron en las manos equivocadas y los beneficios se encuentran en su enorme mayoría dirigidos a grupos ya establecidos; ya sea de comerciantes o de algún otro sector. (Da Pepe ‘Soluciones’ a 110 comerciantes - a.m. jueves 30 de septiembre de 2010)

Se habla y se magnifica (como también lo hacía Garrido Patrón), de cifras alegres pero con características macroeconómicas; sin embargo, dichas cifras siguen llegando a la población más urgida, bajo el mismo sistema de siempre, es decir, por goteo. Lo que se cae de las grandes empresas que se establecen en la entidad, es lo que recibe el ciudadano ávido de conseguir un empleo bien remunerado, combinación que desde hace mucho tiempo en Querétaro, simplemente, no se da.

Aunado a lo anterior, la inseguridad es un rubro que se ha disparado en la entidad de manera alarmante, lo cual representa un signo de vulnerabilidad o incapacidad de quien está encargado de procurar el resguardo de la ciudadanía, tanto en el plano estatal como en los municipales, principalmente en los municipios de San Juan del Río y el de la capital queretana.

En salud, el gobierno del estado se vanagloria de haber inscrito a más ciudadanos al Seguro Popular que la mayoría de las entidades del país, y puede que eso sea cierto; pero lo que también es una realidad, es que dicha acción no ha ido acompañada ni de inversión en infraestructura hospitalaria ni de contratación de personal, y así,  no tiene ningún caso estar “asegurado” si no hay médicos ni espacios donde se pueda atender la gente, y eso que en este rubro, el hoy gobernador lanzó sus más “sentidas” denuncias, claro, mientras buscaba el voto.

A casi un año de haber dado inicio el gobierno de Calzada, no hay avances sustanciales. Al revisar día tras día los diversos medios de comunicación, tal parece que sigue gobernando el PAN; no hay críticas, todo es “crecimiento”, “desarrollo”, “buenas obras”, “beneficio para los queretanos”, no se denuncia el más mínimo error en las decisiones tomadas por el ejecutivo estatal, todo son aciertos.

Es una burbuja que tarde o temprano le reventará a José Calzada. Cuenta con asesores muy desdibujados y sus colaboradores más cercanos no tienen la altura requerida; además de la evidente división que existe entre los mismos, que ya se constituyeron en grupos y de no actuar con prontitud, dichos grupos serán capitalizados por las estructuras de su partido que también ya empiezan a mostrarse cada vez con mayor frecuencia.

No es posible (ni menester nuestro hacerlo) negar que el gobernador cuenta con una muy amplia aceptación de parte de la ciudadanía; sin embargo, la política se maneja en gran medida a base de la percepción y el funcionario debe estar muy consciente que una cosa es la percepción y otra la realidad, pues el primer aspecto se puede manejar hasta cierta medida; pero puede derivar en malas decisiones, mientras que el segundo, permite actuar proactivamente y evitar con esto contratiempos y conflictos.

Cambio y fuera.