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jueves, marzo 14, 2013

SINDICALISMO






Crisis sindical y elecciones en el STSPE
Por Luis Vázquez Martínez
Libertad de Palabra
Martes 13 de Marzo/2013


La gran noticia de estos últimos días ha sido la detención y el encarcelamiento de la maestra Elba Esther Gordillo. Se le imputan delitos cometidos en el pasado, los cuales la administración calderonista simplemente ignoró. Este hecho convierte en cómplices a todos aquellos que se hicieron de la vista gorda, empezando por el nuevo residente de Harvard: Felipe Calderón.
Dicha nota periodística obliga a preguntarnos ¿los sindicatos mexicanos son dañinos? La inmensa mayoría de los empresarios están convencidos que la respuesta es un sí rotundo, lo cual es entendible, pues debemos considerar que dichos grupos son antagónicos. Pero lo que resulta atractivo es que día con día, muchos trabajadores, aquellos que en teoría están cobijados por algún gremio, también opinan que el sindicalismo es pernicioso.
Es verdad que los medios de comunicación han realizado una tarea sistemática en la cual han dejado mal parados a los, en teoría, grupos defensores de trabajadores, pero también es justo decir que los propios dirigentes sindicales han sido los artífices de su propia autodestrucción, pues sus actos de corrupción son más que escandalosos.
Romero Deschamps se cura en salud, al decir que tiene las manos limpias (¿a qué personaje político me recuerda?) muy a pesar de que en las redes sociales se ha exhibido la suntuosidad en la que vive su hija, quien se comporta como toda una socialitê que incluso podría causar la envidia de la misma Paris Hilton. Pero el dirigente petrolero ni se inmuta y asegura que su conciencia está tranquila, es de suponer que el dirigente duerme como un bebé.
Pero así como hoy en día Deschamps y Gordillo están de moda, también podríamos mencionar a otros personajes del ámbito sindicalista, como el mentor de esta última, Carlos Jonguitud Barrios, aunque tampoco podemos olvidar a Fidel Velázquez o a Lombardo Toledano ¿todavía el lector no se siente amedrentado? también podemos nombrar al ex líder petrolero Joaquín Hernández Galicia o a Leonardo Rodríguez Alcaine.
Todos estos líderes, si es que les podemos llamar así, nos obligan a preguntarnos si el sindicalismo es malo, la respuesta es un no rotundo, el sindicalismo no es malo, los que son los malos son muchos de sus dirigentes. Pensar lo contrario es creer que la Medicina es una disciplina dañina por el hecho de existir médicos especuladores con la salud o que el Derecho es un mal porque existen abogados y jueces corruptos e ineficientes que lucran con la justicia.
Tampoco podemos señalar que el sindicalismo es un freno de mano para el desarrollo y la inserción del país en el mundo globalizado, simplemente volteemos al norte y veamos los gremios tan poderosos que hay en Estados Unidos, nos damos cuenta que no están fuera de contexto histórico y que incluso exigen protección para sus agremiados a través de fuertes medidas arancelarias; el atún, el jitomate, el aguacate y los camioneros mexicanos se han topado con barreras infranqueables que ejemplifican lo mencionado.
Entonces, en México los sindicatos deben actuar como verdaderos grupos de interés capaces de cabildear a favor de sus miembros y dejar de comportarse como grupos oscurantistas que actúan en la opacidad. Los gremios sindicalistas han tomado el feo papel de comparsas del Gobierno y para estar en ese tenor es necesario ser autoritarios con sus miembros, pues lo ideal para ellos sería que prevaleciera la cultura del súbdito y no la del participante.
A modo de ejemplo, en próximas fechas (los días 19 y 20 de marzo) se renovará el Comité del Sindicato de Trabajadores al Servicio de los Poderes del Estado (STSPE). La dirigencia actual tiene la oportunidad de dar un giro a lo que dicen que fue una mala gestión ejercida durante este trienio y al menos cerrar como una dirigencia democrática o de plano, seguir tropezándose con sus propios obstáculos.
El todavía secretario general, Juan Carlos Vázquez Cabrera, es señalado por sus rivales políticos como una persona intransigente y testaruda, la cual amaga con amenazas de expulsión a todo aquel que haga la más mínima crítica a su administración. Vázquez Cabrera considera que sus detractores violan los estatutos internos del STSPE, pues estos contemplan, en el artículo 96 fracción XII, la expulsión de aquellos que ultrajen, difamen o calumnien el honor de los miembros del sindicato. Sería bueno preguntarle al dirigente que nos explique dichos conceptos.
Juan Carlos Vázquez, dicen sus opositores, se ha negado a otorgar a las distintas planillas que contenderán en los próximos comicios el padrón de sindicalizados. Ante tal negativa, simplemente no se podrá tener certeza de la legalidad de las votaciones, pues esa información, que de entrada debería circular sin problema alguno entre los distintos contendientes, es vital para determinar si la elección es válida, pues según la convocatoria es necesario contar con el voto de las dos terceras partes de los miembros del sindicato.
Por lo tanto, si no se cuenta con esa información, las planillas participantes, a excepción de la naranja que es la oficial, saldrán de su incertidumbre hasta el día de los comicios, cuando tengan frente a sus ojos las listas nominales. Además, esta incertidumbre aumenta, pues se instalarán casillas en los municipios de San Juan del Río, Jalpan y Ezequiel Montes, por lo que se deduce que no habrá un control de las boletas electorales y de los posibles votantes.
Recordemos que el material electoral no debe proliferar sin ton ni son, pues la seriedad del evento amerita el mayor de los cuidados y tal parece que el comité actual quiere terminar con ello. La comunidad del STSPE debe tomar una actitud participativa y cuidar el voto que los lleve a un rumbo democrático al interior de su agrupación o de lo contrario se corre el riesgo de sufrir un desaguisado.
*Maestro en Administración Pública. Académico.

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