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domingo, julio 06, 2014

TELECOMUNICACIONES

Ley Telecom: la ruta de la ignominia

El gobierno de Enrique Peña Nieto no escatimó recursos, ni los más cuestionables, con el único afán de sacar adelante la propuesta de ley de telecomunicaciones tal como la quería Televisa. Hubo de todo para doblegar a la oposición: "Guerra sucia" de filtraciones y espionaje telefónico, presión constante de directivos de la empresa de Azcárraga Jean a legisladores panistas y perredistas, negociaciones maratónicas de éstos con el consejero jurídico de la Presidencia... Aprobada ya en el Senado, es previsible que la "Segunda Ley Televisa" reciba el aval de la Cámara de Diputados esta semana. El poder real impuso otra vez su ley.

Por Jenaro Villamil
Proceso 1966 / 6 de julio de 2014

En la ley secundaria de telecomunicaciones, el PRI y el gobierno federal, de la mano con los cabilderos de Televisa, aplicaron el principio de "divide y vencerás" los últimos cuatro meses parra sacar adelante una iniciativa que originalmente las dirigencias nacionales del PAN y del PRD afirmaron que era "anticonstitucional" por ir contra la reforma aprobada por el Congreso el año pasado.
Para vencer las resistencias iniciales al gobierno federal y el PRI utilizaron primero al senador panista Javier Lozano, quien elaboró un "predictamen" que no modificó lo sustancial de la iniciativa del Ejecutivo federal. En una atropellada sesión de comisiones del 22 de abril se desechó "el documento" de Lozano.
Durante junio el PRI y el gobierno federal -ante la división del PAN por la contienda interna derivada del recambio de su dirigencia nacional- convocaron a negociar al coordinador de la bancada del PRD, Miguel Barbosa, quien formó un equipo de cinco legilsladores encabezados por Zoe Robledo, y Armando Ríos Pitter, sin consultar a su dirigente nacional Jesús Zambrano.
Tras más de un mes de negociaciones con el consejero jurídico de la presidencia, Humberto Castillejos, Barbosa y sus cinco negociadores perredistas, no lograron convencer a toda la bancada y a especialistas de que la iniciativa de Peña Nieto dejaba de favorecer a Televisa.
Por el contrario, surgieron nuevas prebendas para el consorcio de Emilio Zacárraga, como el polémico nuevo artículo 9 transitorio que le permite a Televisa seguir adquiriendo compañías en televisión restringida, sin pedir autorización del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).
Tampoco eliminaron la vigilancia de la Secretaría de Gobernación sobre contenidos mediáticos y la supervisión de los tiempos de Estado. Incluyeron nuevas atribuciones para la Secretaría de Comunicaciones y Transportes y hasta modificaron el artículo 144 sobre el must carry y el must offer que adiciona la Ley Federal de Derechos de Autor y sobre la posibilidad para que este mecanismo, en lugar de ser gratuito, exija cobros por concepto de regalías.

"Guerra sucia"

En su intento de fracturar y doblegar a los opositores hubo de todo en los últimos días: "guerra sucia" a través de filtraciones y espionaje telefónico, como ocurrió con la diputada federal por el PRD, Purificación Carpinteyro; llamadas constantes de Javier Tejado Dondé, director de información de Televisa, a los legisladores del PN y PRD; desplegados de la compañía televisiva para decir que la preponderancia se debía definir sólo por "sector"; negociaciones hasta las tres de la madrugada del miércoles entre PAN, PRD y el consejero jurídico de la Presidencia, Humberto Castillejos, para unificar argumentos, señalando que era necesario reforzar la presencia de Televisa en televisión restringida ante la inminente llegada del gigante de América Móvil; violaciones al reglamento del Senado para agilizar la discusión y aprobación del dictamen sin discutirlo en lo particular.
La aprobación del dictamen de 315 artículos y 612 páginas se concretó en comisiones el miércoles 2. Ni las quejas de opositores como Javier Corral, Ernesto Ruffo o Marcela Torres Peimbert, del PAN, o la propia presidenta de la Comisión de Radio y Televisión, la parredista Alejandra Barrales, por las violaciones al procedimiento para convocar y debatir la ley frenaron la votación.
Incluso la mesa directiva, encabezada por Lozano, recurrió al equipo de seguridad del Senado para sacar por la fuerza a un grupo de jóvenes que expresaron su desacuerdo por la censura.
La correlación de fuerzas fue aplastante en las comunicaciones unidas de Telecomunicaciones y Transportes, Estudios Legislativos y la de Radio Televisión: 25 senadores del PRI, Verde, PAN, PRD y uno del PT votaron a favor del dictamen. En contra, sólo cinco.
Sin embargo, en la sesión del pleno del Senado, el viernes 4, la bancada del PRD decidió votar unánimemente en contra, en lo general, tras sostener una reunión con el dirigente nacional, Jesús Zambrano. "No hay suficientes razones para argumentar un voto a favor", dijo el presidente perredista.
Los votos a favor fueron 80 y en contra 37. Incluidos los perredistas Robledo y Ríos Pitter, quienes argumentaron a favor del dictamen, votaron en contra tras la reunión  con Zambrano.
Barbosa subió a la tribuna para justifica esta situación. Presumió que su negociación incidió en 72 cambios, pero senadores como Alejandro Encinas, Dolores Padierna o Alejandra Barrales, presidenta de la Comisión de Radio y Televisión, argumentaron con votos en lo particular en contra del dictamen.
Emilio Gamboa Patrón, coordinador de la bancada priista, supervisó directamente a sus legisladores desde la discusión en comisiones. Dueño de la escena, el exsecretario de Comiunicaciones y Transportes saludó a Lozano, a "mi amigo" Barbosa y hasta se dio tiempo de bromear con sus viejos adversarios de la Ley Televisa de 2006: Manuel Bartlett y Javier Corral, en la sesión el miércoles 2.
La tarde del viernes 4, antes de que se votara en lo general, Gamboa Patrón presumió que sólo 15 o 20 senadores del PAN y del PRD votarían en contra porque "triunfó la negociación". Hasta afirmó que los monopolios "están nada contentos" con la ley de telecomiunicaciones. Su cálculo de votos en contra quedó muy corto.
"Se hicieron muchos cambios, más de 70, pero la esencia de la reforma no cambió, la esencia es la misma", sentenció el coordinador del PRI. En esa misma conferencia Gamboa Patrón volvió a recordar que su partido y el Verde sólo necesitaban cuatro votos de la oposición, pero "el presidente Peña Nieto, hablando conmigo, me hizo ver que era fundamental que tuviéramos un gran consenso y gran mayoría de esto".
El gobierno federal y el mismo presidente de la República entraron a presionar directamente. El titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, afirmó que el jueves 3 que el retraso en la aprobación de la ley secundaria frenaban las inversiones en telecomunicaciones generando pérdidas por 100 mil millones de dólares, citando a la OCDE.
Ruiz Esparza dio claramente una "línea" a los priistas para que votaran a favor de la preponderancia "por sector". "Si la Constitución, en su exposición de motivos habla claramente de preponderancia por sector, eso es lo que debe obedecer la ley secundaria, porque si no sería una ley anticonstitucional y eso de entrada sería algo muy grave".

"Aprovecharon la división"

Para Corral "el gobierno aprovechó la profunda división en las bancadas del PRD y del PAN con sus respectivas dirigencias nacion ales para abrir flancos de negociación con algunos senadores y no con los partidos".
El gobierno, dice Corral a Proceso, "buscó donde conseguir las negociaciones más baratas y las obtuvo.
De Javier Lozano ya sabemos que los cambios que propició a la iniciativa fueron dictadas por el gobierno y sólo fueron reformulaciones de redacción", recordó

Primer amparo

El primer amparo contra le Ley Peña Televisa lo interpuso el mismo día de la discusión en el pleno el Colectivo Libre Internet para Todos ante el juzgado Décimo Quinto de Distrito en Materia Administrativa del Distrito Federal, argumentando que el Senado ignoró la iniciativa presentada el 5 de marzo de 2013, avalada por 127 mil ciudadanos y turnada las comisiones de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos.

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