Diario Monitor, Martes 28 de noviembre/2006
Ante los riesgos de ser rebasados por grupos de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y con el fin de capturar a los vándalos, la Policía Federal Preventiva (PFP) plica la fase dos en la capital de esa entidad, es decir, pasa de la etapa de la contención a la reactiva, que implica realizar, en coordinación con autoridades del la Procuraduría estatal, cateos en las casas de los líderes y de los grupos radicales.
Mientras tanto, el gobierno de Oaxaca y la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal acordaron trasladar al penal federal de El Rincón, en Nayarit, a 141 integrantes de la APPO que fueron detenidos el pasado fin de semana en los enfrentamientos con la Policía Federal Preventiva y durante la comisión de los actos vandálicos.
Fuentes de la PFP indicaron que se enviarán a unos mil elementos, incluidos de las fuerzas especiales –con lo que serían 5 mil los elementos de la corporación en la entidad- para reforzar las acciones tendientes a restablecer el orden y capturar a los responsables, con lo que el gobierno federal apuntalaría más al gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz.
Ardelio Vargas, jefe del Estado Mayor de la PFP, afirmó en Oaxaca que ya se acabó la tolerancia para los grupos de la APPO que incurren en actos de vandalismo con el argumento de impulsar demandas de justicia social.
Dijo que en la nueva fase, la PFP realizará cateos para capturar a los agresores y a quines quemaron inmuebles públicos y particulares durante los disturbios.Señaló que el Grupo de Operaciones Especiales (Gopes), que ya arribó a la capital del estado, , realizará patrullajes por los barrios y las colonias para dar con los responsables.
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