COMPRAN Y COMPRAN Y VUELVEN A COMPRAR

Hacen comercios su ‘agosto’
Por Ricardo Morales
Lunes 24 de Diciembre/2007

Como cada año, los comerciantes de establecimientos y puestos ambulantes hacen du agosto en esta temporada de fin de año, debido a que es el momento en que la gente cuenta con mayores recursos económicos.
Meses antes de las celebraciones de navidad y año nuevo, comercios se preparan para lo que será la temporada de diciembre, mes en el que la gente aprovecha para festejar y comprar regalos a sus familiares y amigos.
En los comercios ubicados a lo largo y ancho de lo que es casi todo el Centro Histórico de la ciudad, son ofrecidos todo tipo de artículos, , de distintos precios, algunos accesibles y otros costosos, pero al final de cuentas para todos los presupuestos.
Ayer el Centro Histórico se convirtió en un caos, la gente entraba en automóvil, caminando e incluso en bicicleta, cerca del medio día, el tráfico estaba a ‘vuelta de rueda’ y las banquetas y avenidas como Corregidora –entre Universidad y Zaragoza- estaban colmadas de gente que salía y entraba a los distintos comercios.
Aunque ya es normal ver el centro de la ciudad ‘repleto’ de comercios, para estos días, específicamente ayer, éstos se perdían entre el gran número de personas que los visitaban dispuestas a comprar.
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Efectivamente, desde temprana hora de ayer y continuando hasta el día de hoy, el Centro Histórico es un verdadero desmadre, si atravesarlo caminando es toda una odisea, imagínense lo que padecen los que se aventuran a entrar en carro, y si a esto le agregamos que no faltan los inconcientes que se estacionan en doble fila, simplemente es desquiciante.
Precisamente hace un momento me encontraba bobeando en el centro de la ciudad, y pude observar la mar de gente que transitaba por sus hermosas calles, incluida a la atractiva Esther Carboney que caminaba junto a Renato López Otamendi.
Los negocios están atiborrados, gente entrando y otra más saliendo, no dejan de correr los escasos centavos de los felices compradores que se catalogan como ocasionales, ya que es únicamente en estas fechas cuando se pueden dar el lujo de no sólo pararse frente a los aparadores, sino sacar sus chingos de billetes de a veinte y si bien les va, de a 50 pesos, y restregárselos a los usureros dueños de los negocios, ya sea para llevarse su celular, para comprar una pizza entera y ya no un pedazo solamente, comprar ese pantalón con el que sueñan “domingear”, esos tenis “avidas”, los lentes oscuros que parecen gogles y que venden en la Alameda, esa minifalda las chavas para atraer a los galanes, en fin, es tiempo de comprar y mientras más pronto se gaste, mejor.
Lo malo es que en enero ese celular que les costo 2 mil pesos, lo tendrán que rematar a 300 pesos, el pantalón, como era “Livais”, pues en enero ya se descoció, los lentes, los perdieron en una borrachera y la minifalda, ahí estará pero ojala que no la tengan que utilizar las damas para un objetivo diferente al original.
Bueno, felices compras y disfruten esta su noche buena, porque a partir de enero, serán tortuosas y de pesadilla.