LIBERTAD DE PALABRA

Un Querétaro menos seguro

• Ejecusiones, atentados y hasta una declaración de "alerta máxima" fue parte del panorama de inseguridad que se vivió este 2007

Libertad de Palabra No. 51

El agente de la PGJ, Jaime Nava Moreno, fue ejecutado a balazos la noche del martes 17 de abril en la colonia Santa Bárbara, municipio de Corregidora, en la zona conurbada de la ciudad de Querétaro.
La PGJ determinó entonces que la ejecución se debía a “la reacción violenta en contra de esta corporación, por las indagaciones realizadas hasta el momento en contra del narcomenudeo”.
La noche anterior, la del lunes 16 de abril, fue ejecutada otra persona también en Corregidora. En este caso la PGJ reportó que se hallaron 26 cartuchos, sin detallar cuántos balazos recibió quien en vida llevó el nombre de J. Guadalupe Trejo Rosales, de oficio comerciante.
Anteriormente, el 4 de abril, fueron ejecutados el abogado Joel Enrique de la Rosa Tinoco y su chofer, Jesús Hernández Hernández, en el municipio de Querétaro. Fueron cuatro ejecuciones en dos semanas.
Estos hechos delictivos que cimbraron a la sociedad queretana, unieron a los representantes del Partido Acción Nacional (PAN), Partido de la Revolución Democrática (PRD) y Partido Revolucionario Institucional (PRI), quienes demandaron al gobernador Garrido Patrón que actuara, para devolver la tranquilidad a la entidad. El 18 de abril, Francisco Garrido Patrón declaró “alerta máxima” bajo el argumento de que el territorio estatal era escenario de disputa de bandas de narcotraficantes.
Testigo ocular
A raíz de las ejecuciones efectuadas en Querétaro y la “alerta máxima” emitida por el gobernador de Querétaro, la PGJ (Procuraduría General de Justicia) cateó varios domicilios en la colonia Quintas de El Marqués, entre ellos el marcado con el número 235 de la calle Fray Antón de Montesinos, e informó del arraigo de dos personas vinculadas a los asesinatos.

Sin embargo, el abogado David Palacios Moreno, vecino de uno de los domicilios cateados por la PGJ el jueves 19 de abril, reveló que el director de la Policía Investigadora Ministerial (PIM), Alejandro Echeverría Cornejo, visitó un día antes, el miércoles 18 de abril, la casa allanada que está a un lado de su domicilio, en compañía de agentes de esa corporación.
“Es increíble que haya hecho ese despliegue de fuerza la PGJ, cuando que un día antes el director (de la PIM), Alejandro Echeverría, se introdujo en el domicilio, con dos agentes más”, aseguró Palacios Moreno.
Aquel día, Palacios encaró a Echeverría Cornejo y le preguntó por qué ingresaba, y si llevaba consigo alguna orden de cateo. “Aquí los vecinos nos cuidamos unos a otros. Por eso le pregunté si tenía alguna orden de cateo”.
Inclusive, el abogado (primo del ex gobernador de Querétaro, Mariano Palacios Alcocer) recuerda que el director de la PIM abría el domicilio con una llave, y que éste se justificó diciéndole que lo iba a rentar.
Una “alerta” mediática

También en plena “alerta máxima”, decretada por el gobernador Francisco Garrido Patrón, un individuo logró robar dos bancos en un mes y huir en taxi con su botín.
Desde entonces, los actos delictivos continúan y en lo que va del año, ya suman 4 robos a bancos en la ciudad capital, de los cuales 3 fueron cometidos en el periodo de un mes.
Como parte de estos hechos delictivos, un policía de la llamada “Guardia Municipal” de Querétaro, Noé Urbina Pozas (a la derecha), falleció durante un operativo para dar con los responsables, al caer de su motocicleta.
En estos hechos delictivos, la autoridad municipal y estatal no han logrado capturar a los delincuentes. En su lugar han usado a los medios de comunicación para difundir que tienen una línea de investigación, la cual contempla la posibilidad de que el móvil de los asaltos a bancos tiene un “fondo político”.
Otro echo de inseguridad que destacó durante el 2007, fue el relacionado a las explosiones de algunos ductos de PEMEX (Petróleos Mexicanos) en territorio queretano, mismas que se atribuyó el Ejercito Popular Revolucionario (EPR) y que provocó perdidas millonarias a empresarios y dejó sin servicio a miles de queretanos.