SE REANUDA LA LIGAMX LEÓN VS MAZATLÁN

miércoles, junio 11, 2008

DE LIBERTAD DE PALABRA No. 63

La justicia de los poderosos





  • El empresario Federico Humberto Ruiz Lomelí, pretende dar vuelta a la “tortilla” y acusa a su acusador.


  • Mientras tanto, la Procuraduría General de Justicia (PGJ) sigue sin capturar al asesino de Marco Antonio Hernández Galván.



Libertad de Palabra

Con un “ejército” de 15 abogados y 5 personas más con facultades para recibir toda clase de notificaciones, el empresario Federico Ruiz Lomelí, presentó una demanda por difamación en contra de Miguel Gerardo Rivera Alcántar, quién lo identificó como quién mató a su amigo, Marco Antonio Hernández Galván el pasado 27 de noviembre del 2004 en un altercado de tránsito.
En la demanda, que consta de 118 cuartillas tamaño oficio, Ruíz Lomelí también imputa a los tres abogados que apoyaron durante algún tiempo a Rivera Alcantar en el caso conocido como el homicidio de la BMW X5 negra: José Alfonso Rodríguez Sánchez, Sergio Guerrero Patiño y Gerardo Alcocer Murguía.



Además, quién es hijo de de uno de los empresarios más prominentes en Querétaro, también contempla en su demanda a los periódicos diario a.m. y Reforma, además de éste último señala en concreto al periodista Roberto Zamarripa de la Peña.
También demanda al Escritor Julio Figueroa Medina, quién se desnudó fuera de Palacio de Gobierno para exigir justicia en el homicidio de Marco Antonio Hernández Galván.


Entre familiares y amigos

La demanda que presenta Ruiz Lomelí, en una primera parte se orienta a describir la vida que ha tenido él en Querétaro y quién se presenta como un ciudadano “ejemplar” o “modelo”, como lo considera uno de los acusados, Julio Figueroa.



Y es que Federico Ruiz narra que se desarrollo en un “entorno sano”. Que es socialmente una persona alegre pero discreta. Habla sobre sus estudios y su matrimonio, e incluso, relata su gusto por el golf.
En su denuncia Ruiz Lomelí incluso dice que anexa fotos de sus trofeos de golf y de él participando en esas competencias. Además que presenta sus certificados de estudios, entre otras cosas.



Los principales testigos que pone en esta primera parte del expediente 954/2008, son sus padres Federico Ruíz Rubio y Norma Ivonne Lomelí Pozo y su hermana Norma.
Aunque más adelante también ofrece el testimonio de su esposa Fabiola Bonilla Haro y sus amigos Alexandra Hidalgo Martínez y Juan Luis González Landa, con quienes dice que estuvo la noche en que ocurrió el homicidio de Marco Antonio Hernández “El Kikin”.

Prueba I/929/2004

En la parte de “Hechos” que está incluida en la demanda por difamación, Federico Ruiz Lomelí da cuenta de su versión sobre lo que ocurrió el 27 de noviembre de 2004, el día que fue muerto Marco Antonio Hernández Galván.
En la denuncia juega un papel básico la Averiguación Previa I/929/2004 de la Procuraduría General de Justicia de Querétaro, dependencia señalada públicamente por actuar de manera imparcial en el asunto.Una y otra vez, los señalamientos de Ruiz Lomelí son sustentados en gran medida con el contenido de este expediente.
En su demanda, Federico Ruiz narra la versión “oficial”, por la que la Procuraduría General de Justicia decidió que no era necesario presentarlo ante un juez, aún cuando el testigo principal del crimen, Miguel Gerardo Rivera Alcántar, aseguró que él mató a Marco Antonio Hernández.

Caso emblemático

El homicidio de Marco Antonio Hernández Galván causó polémica después de que se supo que los elementos de policía pusieron en libertad a Federico Ruiz Lomeli después de ser detenido en una camioneta BMW negra X-5, vehículo similar en el que viajaba el homicida de “El Kikin”.
Durante meses existió el rumor de tal situación, hasta que Miguel Gerardo Rivera Alcántar dio a conocer públicamente en el diario a.m. que el autor del crimen era Federico Ruiz, hijo de uno de los empresarios más importantes del estado.
Para entonces el aspecto legal a favor de Miguel Gerardo era atendido por los abogados José Alfonso Rodríguez Sánchez, Sergio Guerrero Patiño y Gerardo Alcocer Murguía.
En el 2005, un año después del crimen ocurrido el 27 de noviembre del 2004, el escritor Julio Figueroa se desnudó para exigir justicia en el asunto.
Al asunto de le dio seguimiento el periódico de circulación nacional Reforma. Uno de los columnistas que escribió sobre el caso fue Roberto Zamarripa de la Peña.

¿Y el asesino?


Más allá de la demanda de Ruiz Lomelí, tres años y medio después del homicidio de Marco Antonio Hernández Galván la Procuraduría General de Justicia (PGJ) no ha dado con el asesino.
En noviembre pasado, Libertad de Palabra entrevistó al secretario de gobierno estatal, Alfredo Botello Montes, quien dijo que el hecho de que aún no se resuelva ese caso, no afecta la imagen de la Procuración de Justicia en Querétaro.
“Yo creo que un homicidio no puede tener una marca negativa, cuando se han dado una serie de homicidios aclarados y solucionados en cuanto a sus autores por parte de la autoridad ministerial”, dijo.

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