Por alguna razón, alguien me convenció de ir a la Feria después de más de diez años de no hacerlo y, de haber trabajado en ella durante 5, tanto aquí como en las de Celaya y León.
No conocía las "nuevas" instalaciones que pomposamente llaman Ecocentro Expositor, y la verdad es que no hay nada de qué asombrarse; armatostes segmentados que albergan la romería, hagan de cuenta un tianguis enorme, pero con la particularidad que hay muchísmos expendios de vino y cerveza, cuya separación entre ellos no rebasa los 15 metros.
La asistencia (martes 08) no era muy concurrida, más bien pobre; no había aglomeraciones, no había aventones, no había "torteadas" y por supuesto, tampoco había ventas, lo cual ya tiene a muchos de los rentistas más que desesperados porque dicen que no han sacado ni lo que les cobraron por el espacio y las expectativas que tenían al pagarlo era recuperar en la primera semana la inversión y la segunda como ganancia, lo cual parece que no sucederá, al menos no para el grueso de los expositores.
Había puestos que exponían entre su mercancía artículos artesanales: muñecos, canastos, colgantes, bolsas y otros más, prendas de vestir como zapatos, ropa de lana, otra de piel y la mejor, la tejida o adornada a mano; sin embargo, lo que más abunda en esta "Feria Internacional", son productos que al menos a mi no me parecen artesanales; se encuentran productos chinos (de pésima calidad), discos y películas piratas, ventas de casas y terrenos, juguetes chafas y comida en mal estado, entre otros.
Hice mención de la comida porque a medio camino la jaria nos sorprendió y decidimos entrar a uno de los tantos "restaurantes" que se encuentran formados al paso principal del bar más grande de Querétaro llamado Feria Internacional.
De entrada, un miserable huarache tiene un costo de 110 morlacos, lo cual no redundaría en mayor importancia que el pagar un puño de pesos más de lo normal; sin embargo, la calidad de los insumos utilizados para la elaboración del mencionado "manjar", es de lo peor, al grado que los que tuvimos el valor de comerlo ahora estamos pagando las graves consecuencias, y todavía en la nota de pago le incluyen el 10% más del valor del consumo por concepto de "servicio", claro, sin especificarlo.
Igualmente mencionaba que la concurrencia era pobre porque aproximadamente a las 10:30 de la noche ya los juegos estaban en su totalidad apagados y las naves donde se encuentran los animales, cerradas. También era notorio por la escasa afluencia de taxis y autobuses, y ya que cité a los carros de alquiler, debo decir que el costo del pasaje es bastante elevado, 100 pesos es lo que tuvimos que desembolsar de ida.
No es una invitación a que no vaya la gente a gast... divertirse, más bien es una descripción de lo que pude percibir en mi visita, pero, después de todo, cada quien habla como le va en la feria.
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