Cuetes, castillos, puestos de antojitos mexicanos (ni modo que brasileños), buñuelos y el inconfundible olor a ponche, fue parte del ambiente que rodeo la iglesia de Congregación ayer por la noche, para mi pena, tuve que atravesar ese río de gente que se encontraba enbobada con todas las...buenas costumbres de la iglesia católica.
Sin duda que para esta institución el sistema funciona, parte de la superestructura como es, estas fechas son momentos inmejorables para idioti,...digo, evangelizar a la población y llevarla por el buen camino.
Hasta conjunto había y como era obvio, ni un alma (buena) cabía en el recinto eucarístico de Pasteur y 16 de septiembre, mientras tanto y aprovechando la distracción que la celebración de la virgen morena, albina, rubia o peliroja ocasionaba, Felipe Imbecilón hacía votos para que se reconciderara el presupuesto enviado por él mismo a la Cámara de Diputados, que le costó la recriminación total en México y de organismos internacionales como la UNICEF por querer desmadrar a la educación, como a él su certificado le salió en una bolsa de sabritas, pues por eso cree que para todos debe de ser igual.
Los feligreses se dieron cita puntual para celebrar a la ya mencionada "madre de México" en la también ya mencionada catedral de la devoción, la Congregación, pero hubo un detalle que debe de tener preocupados a los altos jerarcas de la iglesia católica, tal devoción no es tan significativa ni tan multitudinaria como se podría creer, cierto que no fue tan sencillo atravesar el espacio donde se concentraban los fieles, pero tampoco era un espacio muy grande, más bien reducido y la convicción con la que se dirigían al edificio de la fe no era mayor que la puesta a unos sombrerudos que cantaban bien tragedias pero que se creían los sustitutos del que comió sopa de bala, Valentín Elizalde.
Este fenómeno de la fe se ha vuelto más una tradición que una creencia religiosa, la gente acude a ser bendecido, a dizque arrepentirse de sus pecados, a dormir o incluso ligar en las iglesias, pero independientemente de que no le hagan caso al pinche viejito con tremendos anillotes y con más cadenas que un rapero, que se está reventando un chorizo redentor más conmovedor que los vendedores del Teletón, pues la gente se va tranquila porque dice; "yo ya vine y cumplí, ahora si, al desmadre", por eso, la iglesia católica no ha podido renovarse y se ha quedado anquilosada, también ha perdido crédito debido a la tremenda difusión de escritos apócrifos sobre la historia hecha a consigna y de los manejos de sus gerentes pederastas de este Wal-Mart de letanías y perdones.
Tres caídas, sólo que sea luchador.
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