Falta diputado un mes; le descuentan dos días
Miércoles 14 de febrero/2007
Faltar durante un mes a sus labores como diputado, le costó al perredista Martín Mendoza Villa un descuento de cuatro mil 300 pesos, correspondientes a dos días de salario. En los tres meses correspondientes al primer Periodo Ordinario de Sesiones del Primer Año de Trabajo Legislativo, del 26 de septiembre al 26 de diciembre del 2006, Mendoza Villa sólo asistió a siete de las 14 sesiones de Pleno a que fueron convocados los diputados locales. (AM) incluso, durante diciembre se ausentó de manera permanente de la Legislatura, argumentando en sus cartas de justificación que lo hacía por motivos familiares, debido a la enfermedad de su padre, lo que le obligaba a permanecer en el Estado de México a su cuidado.
La reaparición del diputado perredista en su oficina de la Casa Legislativa se dio hasta el 19 de enero, un mes y nueve días después de su última aparición. Incluso, la dirigencia estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) manifestó se extrañamiento por la desaparición del legislador. Los diputados locales tienen un ingreso mensual de 53 mil 920 pesos; sin embargo, su ‘dieta’ es de 47 mil pesos, los restantes sesi mil 920 pesos se integran de la suma de prestaciones diversas.
De modo que su salario diario es de mil 533.66 pesos. De acuerdo con fuentes de la Legislatura, en la última quincena se le descontaron al diputado Martín Mendoza cuatro mil 300 pesos de sus ingresos, por las faltas que tuvo durante el último mes de sesiones. El perredista ha indicado que a pesar de su ausencia de más de un mes de la Legislatura se ha mantenido trabajando y presentando iniciativas. “Podemos ver varios diputrados que no han presentado nada (de iniciativas), incluso del mismo Partido Acción Nacional, otros del PRI, que sólo han presentado una iniciativa. Podemos hablar de cuatro, cinco diputados que trabajamos”, ha señalado Mendoza Villa en relación a quienes lo criticaron. “A mi me se criticó mucho, por la ausencia de un mes y resulta que yo estoy en el cuarto lugar entre los 25 diputados, de cuántas iniciativas hemos presentado”.
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Tocó el turno de recibir la metralla por parte del a.m. al diputado perredista Martín Mendoza Villa, por supuesto que con toda razón, lo criticable de esta situación es que mientras todas las acciones del gobierno panista son recibidas con bombo y platillo, la de los demás actores, -sobre todo si se trata de opositores- son los chiflidos y las mentadas los que los acompañan en este pasquín verde-azulado.
Haciendo un poco de memoria a.m. fue el único periódico que en su momento estuvo publicando información referente al homicidio de Marco Antonio Galván conocido como el “kikín”, quien según evidencias fue ultimado por Federico Ruiz, accionista de la concesionaria coca-cola en el estado. A partir de ese momento, este periódico recibió una serie de ataques que provenían no sólo de la refresquera, también el gobierno de Francisco Caretudo hizo su parte y mandó no destinar más publicidad a este diario.
A partir de ese momento a.m. entendió a la perfección cual era su función y cambió brutalmente su posición, de ser un periódico que nació (localmente) como una opción periodística que se distinguía por su veracidad, por su critica fundada, se transformó en uno más de los ya existentes, de los que prefieren la dadiva que la integridad, y de ser el más puntual observador del gobierno, se convirtió en el más fiel porrista, instruyendo a varios de sus columnistas para que magnifiquen los pobres logros de los gobiernos panistas, que tapen sus infinitas ineficiencias y que ataquen a quienes consideran sus adversarios
La triste historia de un periódico que terminó en panfleto.
Haciendo un poco de memoria a.m. fue el único periódico que en su momento estuvo publicando información referente al homicidio de Marco Antonio Galván conocido como el “kikín”, quien según evidencias fue ultimado por Federico Ruiz, accionista de la concesionaria coca-cola en el estado. A partir de ese momento, este periódico recibió una serie de ataques que provenían no sólo de la refresquera, también el gobierno de Francisco Caretudo hizo su parte y mandó no destinar más publicidad a este diario.
A partir de ese momento a.m. entendió a la perfección cual era su función y cambió brutalmente su posición, de ser un periódico que nació (localmente) como una opción periodística que se distinguía por su veracidad, por su critica fundada, se transformó en uno más de los ya existentes, de los que prefieren la dadiva que la integridad, y de ser el más puntual observador del gobierno, se convirtió en el más fiel porrista, instruyendo a varios de sus columnistas para que magnifiquen los pobres logros de los gobiernos panistas, que tapen sus infinitas ineficiencias y que ataquen a quienes consideran sus adversarios
La triste historia de un periódico que terminó en panfleto.
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