¿ES VALIDA LA POSICIÓN DEL STEUAQ?
La lucha que han decido emprender los trabajadores del STEUAQ es totalmente válida, es una lucha que muestra a los ojos comunes sólo una faceta, la búsqueda de mayores recursos económicos que les permita mejorar sus condiciones de vida, sin embargo, también deja de manifiesto la identidad sindical, su cohesión, es una lucha por la dignidad, es una lucha que desgasta pero también purifica.
Sin embargo, el cuestionamiento es la viabilidad de sus peticiones, siendo ésta una revisión salarial, su última demanda incluía modificaciones a su Contrato Colectivo, lo cual, de facto no sería procedente, pues para eso la Ley establece que ésta se realizará cada dos años, siendo el próximo para realizar tales peticiones, su argumento es que al Sindicato de Académicos se les dio lo mismo, pero a esto últimos si les correspondía revisión tanto salarial como contractual y el año entrante les corresponderá sólo salarial.
De igual forma, apela el STEUAQ a una cláusula de homologación pero ésta se refiere (hasta donde tengo entendido) es solamente en caso del salario, si uno de los dos sindicatos consigue un mayor aumento que el otro, el mismo se homologará quedando en el mismo porcentaje para ambas agrupaciones gremiales.
LOS ESTUDIANTES, LOS MÁS AFECTADOS
Nada más falso, los estudiantes en el escalafón de prioridades talvez sean los menos afectados en este conflicto laboral, pues sus opciones son variadas para mermar el impacto negativo que pudieran tener por el cierre de las instalaciones en los diversos campus universitarios.
Lo más delicado que a los estudiantes les puede ocasionar esta situación, es el recorrer clases o apurar algunos trabajos, en contraparte, los trabajadores padecerán permanentemente la no consecución de un salario más o menos estable que les permita subsanar medianamente el alza indiscriminada de precios de los productos de la canasta básica.
Diversos medios de comunicación se dieron a la tarea de recabar el sentir de algunos estudiantes de las diferentes facultades, los cuales, en su mayoría expresaron su rechazo al movimiento sindical por ser ellos –supuestamente- los más afectados con la colocación de las banderas rojinegras en la Universidad, argumentando que; no se pensó en ellos, se afectan las clases, no tienen razón (los sindicalistas), recorrerán las clases y se verán afectados algunos proyectos, entre otras razones en contra de la huelga, los pocos, apoyaron el movimiento aduciendo que es un movimiento social y tarde que temprano ellos mismos se podrían ver inmersos en una situación parecida, que el gobierno es el culpable por la escasa asignación de recursos para la educación superior, que los aumentos no han sido proporcionales a los que han recibido otros sectores por ejemplo el Ejército y otros más, a este último grupo, se encargó de descalificarlo al instante un mentado Raúl no se que madres, conductor de Noticentro de la tarde, transmitido en el 1020 de AM, y titular del noticiero de Televisa Querétaro en su transmisión matutina, arguyendo que cómo era posible que estudiantes pensaran de tal manera, qué clase de estudiantes eran estos, brutal el pinche pelón.
El conflicto además de exhibir a un gobierno decadente y sin mayor interés de apoyar a la educación superior, muestra dos alarmantes condiciones en las que se encuentra la UAQ a su interior; primero, el aburguesamiento del grueso de la comunidad estudiantil, sumidos en la mediocridad de una visión unipersonal, que es capaz de recriminar ante cámaras y micrófonos el “daño” que le está causando los trabajadores administrativos, pero que no lo son tanto para hacerlo frente a los maestros, que se callan y agachan la cabeza cuando los docentes incumplen sus funciones o lo hacen mal, que pierden la voz cuando tienen que exigir sus derechos dentro de las aulas o incluso fuera de ellas, pero que son capaces de sacar esa frustración alzando la voz, y fuerte, para acallar a quienes si lo hacen de forma legitima y legalmente.
Y un segundo punto en que se encuentra dañada la Universidad, es precisamente el reflejo que estas aseveraciones de la mayoría de los estudiantes proyectan en su sentir y que va ligada con la falta de educación integral que en la Universidad se imparte, pues no hay duda que el nivel es casi de excelencia en varias licenciaturas impartidas en nuestra Alma Mater, pero el punto humano parece ser no prioridad para el sector académico, pues se les olvida la enseñanza social que no es privativa de las licenciaturas con mote de humanistas, también la ciencia y la tecnología son estudiadas y aplicadas para satisfacer necesidades de la sociedad.
LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN
Los medios han tratado de hacer mella en ambos sindicatos desde el inicio de las pláticas que ambas organizaciones entablaron con las autoridades universitarias en búsqueda de llegar a un acuerdo antes del estallamiento de huelga. Arreglado el SUPAUAQ, sus baterías se han enfocado a desprestigiar el movimiento legítimo de los trabajadores pertenecientes al STEUAQ, hacen alusión a que no toman conciencia de las condiciones económicas y financieras de la máxima casa de estudios y de las condiciones en que la mayoría de las universidades públicas del país acordaron sus respectivas revisiones, cierto que las condiciones de la Universidad no dan para más, pero la presión que ejercida por el STEUAQ no va dirigida al rector y su equipo, está dirigida al gobierno estatal de Francisco Caretudo, que se hace pendejo y dice no tener más recursos, y seguramente así es, pues con tantos anuncios publicitarios sería más factible que la UAQ le prestara dinero a este cerdo en vez de esperar que “su gobierno” apoye económicamente a nuestra Universidad.
Pero eso si, se llenan el hocico él y Guadalupe Murguía en mandarle mensajes al sindicato para que reflexione, que acceda a las posibilidades de la UAQ, esto es terrible, no le basta con meterse en la vida sindical del STSPE, ahora también quiere intervenir en las decisiones que únicamente competen al Sindicato de Trabajadores y Administrativos de la Universidad Autónoma de Querétaro.
La lucha amenaza con prolongarse, pero son prácticamente nulas las posibilidades de que las autoridades universitarias accedan a las peticiones de los trabajadores tal como se encuentran en este momento, platicando con varios de ellos, se percibe una sensible falta de información, desconocimiento de su Contrato Colectivo, es evidente que el sindicato es manejado por unas cuantas personas sin que exista un cuerpo consultivo, sin que exista un análisis a priori de la situación de la Universidad y el contexto económico, sus argumentos son pobres, se evidencia la falta de preparación de Martha Padilla, su dirigente; no con esto nos unimos a la serie de descalificaciones que medios, gobierno y otros actores han hecho al sindicato, pero sus demandas carecen de sustentabilidad por ser peticiones concernientes al Contrato Colectivo y no salarial únicamente como corresponde en esta ocasión, pero tampoco es válido acudir al argumento del arreglo que la mayoría de las universidades han llegado en esta situación, pues de ser así, perderían sentido las revisiones de los sindicatos universitarios y se estaría a expensas de lo que los gobierno estatal y federal decidan asignarle a la educación superior, lo cual pondría en un verdadero peligro la subsistencia de este sector pues el PELELE a pesar de su promesa de campaña de apoyar más a las universidades, ha hecho y seguirá haciendo lo contrario, y que decir de los gobierno panistas locales, que les vale madres que la UAQ se la lleva la chistorra, al cabo que para ellos ahí está el Tec de Monterrey, ¿o no?
La lucha que han decido emprender los trabajadores del STEUAQ es totalmente válida, es una lucha que muestra a los ojos comunes sólo una faceta, la búsqueda de mayores recursos económicos que les permita mejorar sus condiciones de vida, sin embargo, también deja de manifiesto la identidad sindical, su cohesión, es una lucha por la dignidad, es una lucha que desgasta pero también purifica.
Sin embargo, el cuestionamiento es la viabilidad de sus peticiones, siendo ésta una revisión salarial, su última demanda incluía modificaciones a su Contrato Colectivo, lo cual, de facto no sería procedente, pues para eso la Ley establece que ésta se realizará cada dos años, siendo el próximo para realizar tales peticiones, su argumento es que al Sindicato de Académicos se les dio lo mismo, pero a esto últimos si les correspondía revisión tanto salarial como contractual y el año entrante les corresponderá sólo salarial.
De igual forma, apela el STEUAQ a una cláusula de homologación pero ésta se refiere (hasta donde tengo entendido) es solamente en caso del salario, si uno de los dos sindicatos consigue un mayor aumento que el otro, el mismo se homologará quedando en el mismo porcentaje para ambas agrupaciones gremiales.
LOS ESTUDIANTES, LOS MÁS AFECTADOS
Nada más falso, los estudiantes en el escalafón de prioridades talvez sean los menos afectados en este conflicto laboral, pues sus opciones son variadas para mermar el impacto negativo que pudieran tener por el cierre de las instalaciones en los diversos campus universitarios.
Lo más delicado que a los estudiantes les puede ocasionar esta situación, es el recorrer clases o apurar algunos trabajos, en contraparte, los trabajadores padecerán permanentemente la no consecución de un salario más o menos estable que les permita subsanar medianamente el alza indiscriminada de precios de los productos de la canasta básica.
Diversos medios de comunicación se dieron a la tarea de recabar el sentir de algunos estudiantes de las diferentes facultades, los cuales, en su mayoría expresaron su rechazo al movimiento sindical por ser ellos –supuestamente- los más afectados con la colocación de las banderas rojinegras en la Universidad, argumentando que; no se pensó en ellos, se afectan las clases, no tienen razón (los sindicalistas), recorrerán las clases y se verán afectados algunos proyectos, entre otras razones en contra de la huelga, los pocos, apoyaron el movimiento aduciendo que es un movimiento social y tarde que temprano ellos mismos se podrían ver inmersos en una situación parecida, que el gobierno es el culpable por la escasa asignación de recursos para la educación superior, que los aumentos no han sido proporcionales a los que han recibido otros sectores por ejemplo el Ejército y otros más, a este último grupo, se encargó de descalificarlo al instante un mentado Raúl no se que madres, conductor de Noticentro de la tarde, transmitido en el 1020 de AM, y titular del noticiero de Televisa Querétaro en su transmisión matutina, arguyendo que cómo era posible que estudiantes pensaran de tal manera, qué clase de estudiantes eran estos, brutal el pinche pelón.
El conflicto además de exhibir a un gobierno decadente y sin mayor interés de apoyar a la educación superior, muestra dos alarmantes condiciones en las que se encuentra la UAQ a su interior; primero, el aburguesamiento del grueso de la comunidad estudiantil, sumidos en la mediocridad de una visión unipersonal, que es capaz de recriminar ante cámaras y micrófonos el “daño” que le está causando los trabajadores administrativos, pero que no lo son tanto para hacerlo frente a los maestros, que se callan y agachan la cabeza cuando los docentes incumplen sus funciones o lo hacen mal, que pierden la voz cuando tienen que exigir sus derechos dentro de las aulas o incluso fuera de ellas, pero que son capaces de sacar esa frustración alzando la voz, y fuerte, para acallar a quienes si lo hacen de forma legitima y legalmente.
Y un segundo punto en que se encuentra dañada la Universidad, es precisamente el reflejo que estas aseveraciones de la mayoría de los estudiantes proyectan en su sentir y que va ligada con la falta de educación integral que en la Universidad se imparte, pues no hay duda que el nivel es casi de excelencia en varias licenciaturas impartidas en nuestra Alma Mater, pero el punto humano parece ser no prioridad para el sector académico, pues se les olvida la enseñanza social que no es privativa de las licenciaturas con mote de humanistas, también la ciencia y la tecnología son estudiadas y aplicadas para satisfacer necesidades de la sociedad.
LOS MEDIOS DE INFORMACIÓN
Los medios han tratado de hacer mella en ambos sindicatos desde el inicio de las pláticas que ambas organizaciones entablaron con las autoridades universitarias en búsqueda de llegar a un acuerdo antes del estallamiento de huelga. Arreglado el SUPAUAQ, sus baterías se han enfocado a desprestigiar el movimiento legítimo de los trabajadores pertenecientes al STEUAQ, hacen alusión a que no toman conciencia de las condiciones económicas y financieras de la máxima casa de estudios y de las condiciones en que la mayoría de las universidades públicas del país acordaron sus respectivas revisiones, cierto que las condiciones de la Universidad no dan para más, pero la presión que ejercida por el STEUAQ no va dirigida al rector y su equipo, está dirigida al gobierno estatal de Francisco Caretudo, que se hace pendejo y dice no tener más recursos, y seguramente así es, pues con tantos anuncios publicitarios sería más factible que la UAQ le prestara dinero a este cerdo en vez de esperar que “su gobierno” apoye económicamente a nuestra Universidad.
Pero eso si, se llenan el hocico él y Guadalupe Murguía en mandarle mensajes al sindicato para que reflexione, que acceda a las posibilidades de la UAQ, esto es terrible, no le basta con meterse en la vida sindical del STSPE, ahora también quiere intervenir en las decisiones que únicamente competen al Sindicato de Trabajadores y Administrativos de la Universidad Autónoma de Querétaro.
La lucha amenaza con prolongarse, pero son prácticamente nulas las posibilidades de que las autoridades universitarias accedan a las peticiones de los trabajadores tal como se encuentran en este momento, platicando con varios de ellos, se percibe una sensible falta de información, desconocimiento de su Contrato Colectivo, es evidente que el sindicato es manejado por unas cuantas personas sin que exista un cuerpo consultivo, sin que exista un análisis a priori de la situación de la Universidad y el contexto económico, sus argumentos son pobres, se evidencia la falta de preparación de Martha Padilla, su dirigente; no con esto nos unimos a la serie de descalificaciones que medios, gobierno y otros actores han hecho al sindicato, pero sus demandas carecen de sustentabilidad por ser peticiones concernientes al Contrato Colectivo y no salarial únicamente como corresponde en esta ocasión, pero tampoco es válido acudir al argumento del arreglo que la mayoría de las universidades han llegado en esta situación, pues de ser así, perderían sentido las revisiones de los sindicatos universitarios y se estaría a expensas de lo que los gobierno estatal y federal decidan asignarle a la educación superior, lo cual pondría en un verdadero peligro la subsistencia de este sector pues el PELELE a pesar de su promesa de campaña de apoyar más a las universidades, ha hecho y seguirá haciendo lo contrario, y que decir de los gobierno panistas locales, que les vale madres que la UAQ se la lleva la chistorra, al cabo que para ellos ahí está el Tec de Monterrey, ¿o no?
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