Afirman expertos que el 'gasolinazo' es una medida torpe e imprudente para un país tan polarizado
Por Carlo Daniel Aguilar González
Tribuna de Querétaro No. 425
El incremento al precio de la gasolina, aun cuando se haya postergado su entrada en vigor, exhibe desconocimiento e “insensibilidad” del gobierno encabezado por Felipe Calderón Hinojosa, ante la situación que padece el grueso de la población mexicana, afirmó Enrique Nieto Piña, economista egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“A mí me parece que la medida económica del gobierno calderonista muestra dos cosas: insensibilidad hacia las necesidades y a las legítimas aspiraciones de mayoría de la población trabajadora. No las comprende y no las puede comprender porque no son cercanas a ellos. Y número dos, es irresponsable, porque en el contexto de un deterioro de ingresos, con estos incrementos deteriora aún más la situación de los grupos más necesitados del país.
“Políticamente, Felipe Calderón tiene una deuda con los grupos empresariales que lo empujaron hacia la presidencia de la República. En este compromiso de clase que él tiene, prefirió incrementar los combustibles y generar una escalada de precios, que generar una auténtica reforma fiscal progresiva. Todo indica que el sector empresarial le leyó la cartilla a Calderón, y en un diálogo de poder a poder, los empresarios se negaron abiertamente a incrementar el pago de impuestos”, explicó Nieto Piña.
Para el docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS), las medidas adoptadas aumentarán la polarización y el resentimiento de la mayoría de la población, además de que propiciarán un impacto negativo en el salario real de hombres y mujeres asalariados del país. Asimismo, pronosticó que el tenor del sexenio será similar al de anteriores presidentes, donde “no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa” a los dueños del dinero en México.
“En un contexto donde 50% de la población es pobre y 30% altamente pobre, lo único que hacen este tipo de medidas es generar polarización, resentimiento y deterioro de los niveles de bienestar de la población (…) va impactar más a la clase media y a los estratos más bajos (el aumento al precio de la gasolina). Pareciera que con la decisión que tomó, el sexenio está iniciando con una política donde nuevamente no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa a los grupos económicamente más poderosos”, subrayó.
No obstante, Enrique Nieto Piña especificó que desde una perspectiva técnico económica (y no político social), la estrategia implementada a largo plazo por el presidente Felipe Calderón Hinojosa “resulta responsable” y una cuestión “necesaria” para el país, debido a que pone énfasis en la realineación de precios para un conjunto de bienes y servicios que se fueron rezagando con el transcurso del tiempo. Pero, expresó, da la impresión que el gobierno federal descuida el precio “más importante para cualquier economía”: el salario.
“El gobierno se preocupa mucho por sintonizar y realinear precios de la gasolina, incentivar precios a favor de la producción de huevo, de la producción y la cadena de la masa y la tortilla, premia y estimula algunos productos como transporte, pero se le olvida uno, que es muy importante, yo diría que el más importante para cualquier economía, que es el precio de la fuerza de trabajo”, advirtió el catedrático universitario.
Enrique Nieto, ex coordinador de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública en la UAQ, agregó que el gobierno federal “no está preocupado por mejorar el nivel de salarios. Pareciera entonces que frente al incentivo de muchos productos, hay una especie de omisión o amnesia, porque los trabajadores y las familias mexicanas llevan ya muchos años con salarios rezagados”.
Nieto Piña se pronunció a favor de los gobiernos que buscan “equilibrar” las relaciones que sostienen con el empresariado y con la clase trabajadora y alertó sobre la inclinación que vislumbra en los gobiernos emanados de Acción Nacional, cuyos políticos llegan a demostrar, afirmó, fundamentalismo pro empresarial que los alejan de las exigencias sociales.
“Un gobierno es mayormente responsable si sabe equilibrar la relación entre el empresario y los trabajadores. Me parece que el gobierno panista muestra mucho compromiso y demasiada responsabilidad hacia los intereses del empresariado, pero en ese fundamentalismo pro empresarial termina olvidando y abandonando la preocupación sobre los niveles de bienestar y de ingresos de las familias”, puntualizó.
La soledad del mercado Hidalgo y la preocupación del gremio panadero
Son las 11 horas con 30 minutos. Por los pasillos de sus instalaciones no transita el número de personas que comúnmente lo hace día tras día. La mayoría de los puestos luce sin clientela. Los comerciantes y vendedores aguardan pacientemente la llegada de hombres y mujeres que preguntan, pidan y compren mercancía.
Es el tradicional mercado Hidalgo, ubicado en el primer cuadro de la capital. A pesar de tratarse de días de quincena, el movimiento y el bullicio no son los esperados. Se alcanzan a ver los letreros de precios con claridad: el kilo de huevo oscila los 15 pesos, el de carnitas los 100 pesos, la pieza de pan dulce 2.50, la orden de jugo de naranja 10 pesos. Sin embargo, en algunos locales no se muestran los precios, como por ejemplo en los de frutas y verduras.
Las señoras que acuden a hacer sus compras realizan menos ‘paradas’ de las que generalmente acostumbran, además de preguntar a los ‘marchantes’ la razón o los motivos que ocasionaron la subida de precios que consideran injustos o caros. Si bien las conversaciones entre señoras que coinciden en un mismo local –como por ejemplo, la carnicería, el puesto de granos o el de abarrotes- siguen conservando el grado de cortesía y amabilidad, se observa que disminuyen los gestos y expresiones de alegría en sus rostros.
Martín Díaz, quien tiene a su cargo un expendio de pan en el mercado Escobedo, expone su sentir respecto al encarecimiento de las materias primas que ocupa en el proceso de elaboración de pan. “En las últimas semanas, ha aumentado dos veces el precio del costal de harina de trigo, actualmente vale casi 40% más de lo que costaba hace 15 días”.
A decir de Martín, con una experiencia mínima de por lo menos siete años en el negocio panadero, las ventas han sido de regulares a malas, además de que existen preocupaciones entre casi todos los integrantes del gremio local, por lo que pueda acontecer en el futuro. Y es que, asegura el entrevistado, los panaderos están viviendo una situación similar a la que padecieron los tortilleros durante los primeros meses de 2007.
“El panorama es incierto”, sostiene, al tiempo que señala que la problemática que atraviesan “tiene a todo mundo muy tenso”. Martín Díaz añadió que aunque no quisieran aumentar el precio del pan, se ven en la necesidad de hacerlo, porque aumentan las materias primas que requieren para su elaboración como el harina, azúcar, huevo, entre otras..
Asimismo, detalla que uno de sus temores es que la gente opte por precios bajos en vez de calidad. La razón de su temor radica en que los panaderos queretanos no están exentos de la competencia desleal, amén de que pudiera no concretarse un posible acuerdo (que están planeando), cuyo objetivo sería aminorar los efectos del aumento en el precio de la gasolina.
“No se veía venir una situación como la que estamos viviendo, por lo menos no con tal magnitud”, lamenta Martín. Y es que, explica, de 185 pesos que pagaba por un costal de harina de trigo, las expectativas para el futuro es que llegue a ‘estabilizarse’ en 312 pesos, lo que significaría un aumento de casi el 100%.
“El país no avanza, no se hunde, simplemente flota”: Flavio Lazos Garza
Egresado en la carrera de Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Azcapotzalco, Flavio Lazos Garza describió la situación del país como una “paradoja”, porque mientras algunos indicadores macroeconómicos proporcionarían la idea de que México es un país con circunstancias favorables para su desarrollo, por otro lado existe “distorsión estructural” en el funcionamiento que impide un amplio crecimiento económico.
Entrevistado por Tribuna de Querétaro, Lazos Garza calificó como un “problema muy severo” el estancamiento económico que ha prevalecido en México durante los últimos años, y aseguró que la escalada de precios que se ha presentando recientemente –así como la especulación en torno al precio y cantidad disponible de maíz a inicios de 2007- contiene una “fuerte dosis de complicidad gubernamental”.
Corresponsal en Querétaro del periódico “Reforma” en la década de los noventa, Flavio Lazos sostuvo que al momento de implementar el modelo económico instaurado e impulsado por Jaime Serra Puche durante los 80, se distingue “un componente salarial reprimido” que se refleja en la disparidad que hay entre el aumento de los productos de la canasta básica y el incremento en la remuneración de los trabajadores.
Quien describió lo acontecido en torno al precio del maíz a principios de 2007 como un “torbellino de especulación capaz de doblegar al gobierno federal” se pronunció a favor de que Felipe Calderón Hinojosa y su gabinete en materia económica lleven a cabo un esquema de concertación “más incluyente” con los sectores involucrados, y con aquellos que se verán mayormente afectados por el incremento al precio de la gasolina.
El consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral (IFE) en los procesos electorales de 2003 y 2006 descartó, al igual que el catedrático universitario Enrique Nieto Piña, la posibilidad de que se presente una crisis económica en México durante los próximos meses. No obstante, refirió que “el país no avanza, no se hunde, simplemente flota”.
Quien ha sido docente de la FCPS sugirió aminorar o amortizar los posibles efectos negativos que desencadene el aumento de precios a través de distintas acciones, como pudiera ser empezar “a cobrar a quienes generalmente no se les cobra”, eliminar los paraísos fiscales que existen en México y hacer lo necesario para que los grandes empresas contribuyan al desarrollo económico del país. “Si vemos por la orilla de la ventana”, dijo, se sigue exentando del pago de impuestos a muchas empresas del país.
Flavio Lazos Garza alertó sobre la “débil” política económica que arroja el modelo neoliberal en nuestro país, además de la especulación y el estancamiento, fenómeno al que catálogo como un “foco rojo” en la economía nacional. “No se está dando prioridad al aparato productivo nacional”, lamentó el economista.
Con relación al aumento de precios en algunos productos de la canasta básica, aun cuando el impuesto a la gasolina no ha entrado en vigor, Lazos Garza manifestó que no se “justifica” el alza que han llevado a cabo los comerciantes. “En río revuelto ganancia de pescadores”, ejemplificó en este sentido. Asimismo, expresó que el anuncio de incremento a la gasolina se ha convertido en una circunstancia “psicológica”, “temporal” y “coyuntural”.
El gobierno habla un lenguaje diferente al de la sociedad: Enrique Nieto Piña
Entrevistado por Tribuna de Querétaro, Enrique Nieto Piña enfatizó el tinte que, desde su perspectiva, le ha impreso Felipe Calderón Hinojosa al gobierno, y refirió que a pesar de los propósitos y metas planteadas por su gabinete con el aumento al precio de la gasolina, vaticinó que el ex secretario de Energía durante la administración de Vicente Fox Quesada no cumplirá con su propuesta.
“Este gobierno expresa altos niveles de compromiso y de representación de intereses de los grupos económicamente más poderosos, a los que no quiere tocar. Estaría más dispuesto a hacer caer el costo de las finanzas sanas, en la clase media y baja de la población. Me parece que esto tiene que ver con una visión de la sociedad, y con una visión de la política poco amigable con los grupos más necesitados.
“La propuesta de Calderón es ‘bueno, con este incremento yo aumentaré los ingresos y fortaleceré los programas públicos de atención a los más necesitados’. Personalmente, no creo que pueda cumplir esta fórmula. Me parece que lo que realmente le hace falta al país es combatir la brecha entre ricos y pobres”, profundizó el economista.
El catedrático universitario sentenció que el impuesto gradual al precio de la gasolina, conocido popularmente como ‘gasolinazo’, es una decisión “torpe” e “imprudente” para el país, con base en el contexto social propio de la mayoría de los mexicanos, así como en los problemas que aquejan con anterioridad a la sociedad mexicana.
“Considero (el aumento al precio de la gasolina) una medida torpe, forzada, imprudente e innecesaria para un país tan polarizado. Me parece una decisión social y políticamente irresponsable, que tensiona y deteriora aún más las cosas en un país de por sí ya con muchos signos de deterioro”, expresó.
“El gran problema es que el costo de la estabilidad macroeconómica ha sido la crisis microeconómica de los hogares: tenemos estabilidad al precio y al costo de castigar los ingresos familiares y de los individuos. Vivimos en un país con mucha pobreza que, a pesar de la estabilidad macroeconómica, tiende a generar muchísima inestabilidad política (…)
“Los mexicanos no hemos aprendido y parece que este gobierno tampoco lo va hacer, a generar una relación inteligente y responsable entre el ámbito sociopolítico, y la estabilidad macroeconómica. Pareciera que ambos están peleados, en el sentido de que para lograr la segunda, castigan constantemente la estabilidad sociopolítica y el bienestar de las personas. Creo que el modelo más inteligente debería ser cómo generar una estabilidad macroeconómica amigable con la estabilidad sociopolítica”, sugirió Nieto Piña.
Quien egresó de la UNAM en la carrera de Economía manifestó que vislumbra diferencias entre el discurso gubernamental y lo que realmente le ocurre al grueso de la población en México. Durante una entrevista en la que subrayó la inclinación empresarial del gobierno federal, Enrique Nieto mencionó que la relación entre el lenguaje de los funcionarios y las necesidades sociales es de “divorcio”.
“Pareciera entonces que tenemos un gobierno que habla un lenguaje, piensa el país y la vida de una manera; y por otro lado un pueblo alejado de la visión gubernamental, que tiene una lógica, unas necesidades y una perspectiva totalmente divorciadas de las del gobierno. Da la impresión de que con esta medida se ahonda o se profundiza el divorcio entre acción y discurso gubernamental, y aspiraciones sociales”, finalizó.
“A mí me parece que la medida económica del gobierno calderonista muestra dos cosas: insensibilidad hacia las necesidades y a las legítimas aspiraciones de mayoría de la población trabajadora. No las comprende y no las puede comprender porque no son cercanas a ellos. Y número dos, es irresponsable, porque en el contexto de un deterioro de ingresos, con estos incrementos deteriora aún más la situación de los grupos más necesitados del país.
“Políticamente, Felipe Calderón tiene una deuda con los grupos empresariales que lo empujaron hacia la presidencia de la República. En este compromiso de clase que él tiene, prefirió incrementar los combustibles y generar una escalada de precios, que generar una auténtica reforma fiscal progresiva. Todo indica que el sector empresarial le leyó la cartilla a Calderón, y en un diálogo de poder a poder, los empresarios se negaron abiertamente a incrementar el pago de impuestos”, explicó Nieto Piña.
Para el docente de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPS), las medidas adoptadas aumentarán la polarización y el resentimiento de la mayoría de la población, además de que propiciarán un impacto negativo en el salario real de hombres y mujeres asalariados del país. Asimismo, pronosticó que el tenor del sexenio será similar al de anteriores presidentes, donde “no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa” a los dueños del dinero en México.
“En un contexto donde 50% de la población es pobre y 30% altamente pobre, lo único que hacen este tipo de medidas es generar polarización, resentimiento y deterioro de los niveles de bienestar de la población (…) va impactar más a la clase media y a los estratos más bajos (el aumento al precio de la gasolina). Pareciera que con la decisión que tomó, el sexenio está iniciando con una política donde nuevamente no se puede tocar ni con el pétalo de una rosa a los grupos económicamente más poderosos”, subrayó.
No obstante, Enrique Nieto Piña especificó que desde una perspectiva técnico económica (y no político social), la estrategia implementada a largo plazo por el presidente Felipe Calderón Hinojosa “resulta responsable” y una cuestión “necesaria” para el país, debido a que pone énfasis en la realineación de precios para un conjunto de bienes y servicios que se fueron rezagando con el transcurso del tiempo. Pero, expresó, da la impresión que el gobierno federal descuida el precio “más importante para cualquier economía”: el salario.
“El gobierno se preocupa mucho por sintonizar y realinear precios de la gasolina, incentivar precios a favor de la producción de huevo, de la producción y la cadena de la masa y la tortilla, premia y estimula algunos productos como transporte, pero se le olvida uno, que es muy importante, yo diría que el más importante para cualquier economía, que es el precio de la fuerza de trabajo”, advirtió el catedrático universitario.
Enrique Nieto, ex coordinador de la Licenciatura en Ciencia Política y Administración Pública en la UAQ, agregó que el gobierno federal “no está preocupado por mejorar el nivel de salarios. Pareciera entonces que frente al incentivo de muchos productos, hay una especie de omisión o amnesia, porque los trabajadores y las familias mexicanas llevan ya muchos años con salarios rezagados”.
Nieto Piña se pronunció a favor de los gobiernos que buscan “equilibrar” las relaciones que sostienen con el empresariado y con la clase trabajadora y alertó sobre la inclinación que vislumbra en los gobiernos emanados de Acción Nacional, cuyos políticos llegan a demostrar, afirmó, fundamentalismo pro empresarial que los alejan de las exigencias sociales.
“Un gobierno es mayormente responsable si sabe equilibrar la relación entre el empresario y los trabajadores. Me parece que el gobierno panista muestra mucho compromiso y demasiada responsabilidad hacia los intereses del empresariado, pero en ese fundamentalismo pro empresarial termina olvidando y abandonando la preocupación sobre los niveles de bienestar y de ingresos de las familias”, puntualizó.
La soledad del mercado Hidalgo y la preocupación del gremio panadero
Son las 11 horas con 30 minutos. Por los pasillos de sus instalaciones no transita el número de personas que comúnmente lo hace día tras día. La mayoría de los puestos luce sin clientela. Los comerciantes y vendedores aguardan pacientemente la llegada de hombres y mujeres que preguntan, pidan y compren mercancía.
Es el tradicional mercado Hidalgo, ubicado en el primer cuadro de la capital. A pesar de tratarse de días de quincena, el movimiento y el bullicio no son los esperados. Se alcanzan a ver los letreros de precios con claridad: el kilo de huevo oscila los 15 pesos, el de carnitas los 100 pesos, la pieza de pan dulce 2.50, la orden de jugo de naranja 10 pesos. Sin embargo, en algunos locales no se muestran los precios, como por ejemplo en los de frutas y verduras.
Las señoras que acuden a hacer sus compras realizan menos ‘paradas’ de las que generalmente acostumbran, además de preguntar a los ‘marchantes’ la razón o los motivos que ocasionaron la subida de precios que consideran injustos o caros. Si bien las conversaciones entre señoras que coinciden en un mismo local –como por ejemplo, la carnicería, el puesto de granos o el de abarrotes- siguen conservando el grado de cortesía y amabilidad, se observa que disminuyen los gestos y expresiones de alegría en sus rostros.
Martín Díaz, quien tiene a su cargo un expendio de pan en el mercado Escobedo, expone su sentir respecto al encarecimiento de las materias primas que ocupa en el proceso de elaboración de pan. “En las últimas semanas, ha aumentado dos veces el precio del costal de harina de trigo, actualmente vale casi 40% más de lo que costaba hace 15 días”.
A decir de Martín, con una experiencia mínima de por lo menos siete años en el negocio panadero, las ventas han sido de regulares a malas, además de que existen preocupaciones entre casi todos los integrantes del gremio local, por lo que pueda acontecer en el futuro. Y es que, asegura el entrevistado, los panaderos están viviendo una situación similar a la que padecieron los tortilleros durante los primeros meses de 2007.
“El panorama es incierto”, sostiene, al tiempo que señala que la problemática que atraviesan “tiene a todo mundo muy tenso”. Martín Díaz añadió que aunque no quisieran aumentar el precio del pan, se ven en la necesidad de hacerlo, porque aumentan las materias primas que requieren para su elaboración como el harina, azúcar, huevo, entre otras..
Asimismo, detalla que uno de sus temores es que la gente opte por precios bajos en vez de calidad. La razón de su temor radica en que los panaderos queretanos no están exentos de la competencia desleal, amén de que pudiera no concretarse un posible acuerdo (que están planeando), cuyo objetivo sería aminorar los efectos del aumento en el precio de la gasolina.
“No se veía venir una situación como la que estamos viviendo, por lo menos no con tal magnitud”, lamenta Martín. Y es que, explica, de 185 pesos que pagaba por un costal de harina de trigo, las expectativas para el futuro es que llegue a ‘estabilizarse’ en 312 pesos, lo que significaría un aumento de casi el 100%.
“El país no avanza, no se hunde, simplemente flota”: Flavio Lazos Garza
Egresado en la carrera de Economía por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) plantel Azcapotzalco, Flavio Lazos Garza describió la situación del país como una “paradoja”, porque mientras algunos indicadores macroeconómicos proporcionarían la idea de que México es un país con circunstancias favorables para su desarrollo, por otro lado existe “distorsión estructural” en el funcionamiento que impide un amplio crecimiento económico.
Entrevistado por Tribuna de Querétaro, Lazos Garza calificó como un “problema muy severo” el estancamiento económico que ha prevalecido en México durante los últimos años, y aseguró que la escalada de precios que se ha presentando recientemente –así como la especulación en torno al precio y cantidad disponible de maíz a inicios de 2007- contiene una “fuerte dosis de complicidad gubernamental”.
Corresponsal en Querétaro del periódico “Reforma” en la década de los noventa, Flavio Lazos sostuvo que al momento de implementar el modelo económico instaurado e impulsado por Jaime Serra Puche durante los 80, se distingue “un componente salarial reprimido” que se refleja en la disparidad que hay entre el aumento de los productos de la canasta básica y el incremento en la remuneración de los trabajadores.
Quien describió lo acontecido en torno al precio del maíz a principios de 2007 como un “torbellino de especulación capaz de doblegar al gobierno federal” se pronunció a favor de que Felipe Calderón Hinojosa y su gabinete en materia económica lleven a cabo un esquema de concertación “más incluyente” con los sectores involucrados, y con aquellos que se verán mayormente afectados por el incremento al precio de la gasolina.
El consejero ciudadano del Instituto Federal Electoral (IFE) en los procesos electorales de 2003 y 2006 descartó, al igual que el catedrático universitario Enrique Nieto Piña, la posibilidad de que se presente una crisis económica en México durante los próximos meses. No obstante, refirió que “el país no avanza, no se hunde, simplemente flota”.
Quien ha sido docente de la FCPS sugirió aminorar o amortizar los posibles efectos negativos que desencadene el aumento de precios a través de distintas acciones, como pudiera ser empezar “a cobrar a quienes generalmente no se les cobra”, eliminar los paraísos fiscales que existen en México y hacer lo necesario para que los grandes empresas contribuyan al desarrollo económico del país. “Si vemos por la orilla de la ventana”, dijo, se sigue exentando del pago de impuestos a muchas empresas del país.
Flavio Lazos Garza alertó sobre la “débil” política económica que arroja el modelo neoliberal en nuestro país, además de la especulación y el estancamiento, fenómeno al que catálogo como un “foco rojo” en la economía nacional. “No se está dando prioridad al aparato productivo nacional”, lamentó el economista.
Con relación al aumento de precios en algunos productos de la canasta básica, aun cuando el impuesto a la gasolina no ha entrado en vigor, Lazos Garza manifestó que no se “justifica” el alza que han llevado a cabo los comerciantes. “En río revuelto ganancia de pescadores”, ejemplificó en este sentido. Asimismo, expresó que el anuncio de incremento a la gasolina se ha convertido en una circunstancia “psicológica”, “temporal” y “coyuntural”.
El gobierno habla un lenguaje diferente al de la sociedad: Enrique Nieto Piña
Entrevistado por Tribuna de Querétaro, Enrique Nieto Piña enfatizó el tinte que, desde su perspectiva, le ha impreso Felipe Calderón Hinojosa al gobierno, y refirió que a pesar de los propósitos y metas planteadas por su gabinete con el aumento al precio de la gasolina, vaticinó que el ex secretario de Energía durante la administración de Vicente Fox Quesada no cumplirá con su propuesta.
“Este gobierno expresa altos niveles de compromiso y de representación de intereses de los grupos económicamente más poderosos, a los que no quiere tocar. Estaría más dispuesto a hacer caer el costo de las finanzas sanas, en la clase media y baja de la población. Me parece que esto tiene que ver con una visión de la sociedad, y con una visión de la política poco amigable con los grupos más necesitados.
“La propuesta de Calderón es ‘bueno, con este incremento yo aumentaré los ingresos y fortaleceré los programas públicos de atención a los más necesitados’. Personalmente, no creo que pueda cumplir esta fórmula. Me parece que lo que realmente le hace falta al país es combatir la brecha entre ricos y pobres”, profundizó el economista.
El catedrático universitario sentenció que el impuesto gradual al precio de la gasolina, conocido popularmente como ‘gasolinazo’, es una decisión “torpe” e “imprudente” para el país, con base en el contexto social propio de la mayoría de los mexicanos, así como en los problemas que aquejan con anterioridad a la sociedad mexicana.
“Considero (el aumento al precio de la gasolina) una medida torpe, forzada, imprudente e innecesaria para un país tan polarizado. Me parece una decisión social y políticamente irresponsable, que tensiona y deteriora aún más las cosas en un país de por sí ya con muchos signos de deterioro”, expresó.
“El gran problema es que el costo de la estabilidad macroeconómica ha sido la crisis microeconómica de los hogares: tenemos estabilidad al precio y al costo de castigar los ingresos familiares y de los individuos. Vivimos en un país con mucha pobreza que, a pesar de la estabilidad macroeconómica, tiende a generar muchísima inestabilidad política (…)
“Los mexicanos no hemos aprendido y parece que este gobierno tampoco lo va hacer, a generar una relación inteligente y responsable entre el ámbito sociopolítico, y la estabilidad macroeconómica. Pareciera que ambos están peleados, en el sentido de que para lograr la segunda, castigan constantemente la estabilidad sociopolítica y el bienestar de las personas. Creo que el modelo más inteligente debería ser cómo generar una estabilidad macroeconómica amigable con la estabilidad sociopolítica”, sugirió Nieto Piña.
Quien egresó de la UNAM en la carrera de Economía manifestó que vislumbra diferencias entre el discurso gubernamental y lo que realmente le ocurre al grueso de la población en México. Durante una entrevista en la que subrayó la inclinación empresarial del gobierno federal, Enrique Nieto mencionó que la relación entre el lenguaje de los funcionarios y las necesidades sociales es de “divorcio”.
“Pareciera entonces que tenemos un gobierno que habla un lenguaje, piensa el país y la vida de una manera; y por otro lado un pueblo alejado de la visión gubernamental, que tiene una lógica, unas necesidades y una perspectiva totalmente divorciadas de las del gobierno. Da la impresión de que con esta medida se ahonda o se profundiza el divorcio entre acción y discurso gubernamental, y aspiraciones sociales”, finalizó.
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