El verdadero asesino de Acuña sigue prófugo: Sierra
Por Luis Montes de Oca
Martes 13 de Noviembre/2007
El verdadero asesino de Octavio Acuña sigue prófugo y podría asegurar que pertenece a los grupos policíacos del Estado, inclusive, del municipio, afirmó ayer la activista y miembro de Aquesex, Nadia Sierra.
En entrevista coincidió en que el asunto da un giro de 360 grados y estamos en el punto inicial porque el asesinato sigue impune, la Procuraduría General de Justicia (PGJE) hizo las investigaciones que correspondían, hace más de un año que agarraron a Miguel Angel Palacios Rojas “El Chilango” y desde un principio dijimos que era un “chivo expiatorio”.
Todas las pruebas que pusieron sobre el expediente, culpándolo, eran fabricadas, están los peritajes, la reconstrucción de hechos y al Chilango le habían dado un guión para que lo siguiera y ni siquiera sabía de que se trataba.
Desconocemos, enfatizó, si fue un arreglo para eximirlo de cualquier otra culpa que haya tenido por la venta de drogas o cualquier otro asunto, sin embargo salió libre, porque se sabía que no era el culpable.
Ahora, agregó Nadia Sierra, sale u supuesto homicida que confiesa su asesinato poco antes de morir y la PGJE le da carpetazo, sin importarle que el asunto esté impune y es responsabilidad del Estado en que se encuentre en esta etapa la investigación.
- ¿Se descarta ante esta situación el crimen por homofobia?
- Ellos siguen insistiendo desde hace más de dos años que no es un crimen por homofobia, que no existe la homofobia en Querétaro y tratan de justificarse, aunque no tengan una justificación real, el homicidio de Octavio Acuña, quien fue secretario de Aquesex, fue por homofobia, además de que los crímenes de odio por homofobia se caracterizan por las pésimas investigaciones que se hacen, porque dejan impunes los asesinatos y porque tienen un temor fundado y por ello justifican su temor hacia los homosexuales.
- ¿Estamos como si fuera el 21 de junio de 2005?
- Por supuesto, una vez más no les importa el dolor de una familia que dejaron sin su hijo, de un hermano, de los amigos, de la organización (Aquesex), pero además estamos como al principio, sin un asesino, sin una prueba que nos diga que efectivamente el que confesó era el asesino.
***********************
La impartición de justicia a favor de los grupos minoritarios en Querétaro, francamente no ha sido el punto fuerte de los gobiernos PANISTAS, más bien, se han caracterizado por aplicar las leyes (torcidamente) para perjudicar a organizaciones e individuos que interfieren con los intereses de los sectores poderosos en la entidad, llámense éstos: banqueros, comerciantes, fabricantes, contratistas y medios de comunicación en general.
El caso de Octavio Acuña, asesinado hace poco más de dos años, es un referente de cómo las autoridades PANISTAS aplican la justicia selectiva para evitar que se resuelva puntualmente el crimen citado.
La confianza de la gente con respecto a las autoridades que gobiernan, comienza en muchos de los casos con la seguridad brindada por éstas últimas y por la justicia aplicada por las mismas, pero cuando ningunO de éstos dos rubros satisfacen las expectativas de los ciudadanos, las estructuras gubernamentales comienzan a agrietarse y tal situación ya ha comenzado a darse, no por la aberrante conclusión que le han dado a este caso, sino por la falta de justicia real y por la inoperancia de las acciones policíacas achacable más a los titulares de dichas corporaciones que al personal operativo.
Por Luis Montes de Oca
Martes 13 de Noviembre/2007
El verdadero asesino de Octavio Acuña sigue prófugo y podría asegurar que pertenece a los grupos policíacos del Estado, inclusive, del municipio, afirmó ayer la activista y miembro de Aquesex, Nadia Sierra.
En entrevista coincidió en que el asunto da un giro de 360 grados y estamos en el punto inicial porque el asesinato sigue impune, la Procuraduría General de Justicia (PGJE) hizo las investigaciones que correspondían, hace más de un año que agarraron a Miguel Angel Palacios Rojas “El Chilango” y desde un principio dijimos que era un “chivo expiatorio”.
Todas las pruebas que pusieron sobre el expediente, culpándolo, eran fabricadas, están los peritajes, la reconstrucción de hechos y al Chilango le habían dado un guión para que lo siguiera y ni siquiera sabía de que se trataba.
Desconocemos, enfatizó, si fue un arreglo para eximirlo de cualquier otra culpa que haya tenido por la venta de drogas o cualquier otro asunto, sin embargo salió libre, porque se sabía que no era el culpable.
Ahora, agregó Nadia Sierra, sale u supuesto homicida que confiesa su asesinato poco antes de morir y la PGJE le da carpetazo, sin importarle que el asunto esté impune y es responsabilidad del Estado en que se encuentre en esta etapa la investigación.
- ¿Se descarta ante esta situación el crimen por homofobia?
- Ellos siguen insistiendo desde hace más de dos años que no es un crimen por homofobia, que no existe la homofobia en Querétaro y tratan de justificarse, aunque no tengan una justificación real, el homicidio de Octavio Acuña, quien fue secretario de Aquesex, fue por homofobia, además de que los crímenes de odio por homofobia se caracterizan por las pésimas investigaciones que se hacen, porque dejan impunes los asesinatos y porque tienen un temor fundado y por ello justifican su temor hacia los homosexuales.
- ¿Estamos como si fuera el 21 de junio de 2005?
- Por supuesto, una vez más no les importa el dolor de una familia que dejaron sin su hijo, de un hermano, de los amigos, de la organización (Aquesex), pero además estamos como al principio, sin un asesino, sin una prueba que nos diga que efectivamente el que confesó era el asesino.
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La impartición de justicia a favor de los grupos minoritarios en Querétaro, francamente no ha sido el punto fuerte de los gobiernos PANISTAS, más bien, se han caracterizado por aplicar las leyes (torcidamente) para perjudicar a organizaciones e individuos que interfieren con los intereses de los sectores poderosos en la entidad, llámense éstos: banqueros, comerciantes, fabricantes, contratistas y medios de comunicación en general.
El caso de Octavio Acuña, asesinado hace poco más de dos años, es un referente de cómo las autoridades PANISTAS aplican la justicia selectiva para evitar que se resuelva puntualmente el crimen citado.
La confianza de la gente con respecto a las autoridades que gobiernan, comienza en muchos de los casos con la seguridad brindada por éstas últimas y por la justicia aplicada por las mismas, pero cuando ningunO de éstos dos rubros satisfacen las expectativas de los ciudadanos, las estructuras gubernamentales comienzan a agrietarse y tal situación ya ha comenzado a darse, no por la aberrante conclusión que le han dado a este caso, sino por la falta de justicia real y por la inoperancia de las acciones policíacas achacable más a los titulares de dichas corporaciones que al personal operativo.
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